jueves, 22 de octubre de 2015

MÁS EMPATÍA....MENOS PREJUICIOS

(Esta entrada está dedicada a todas las personas que quieran erradicar los prejuicios y, en especial, a mi amigo y compañero Fernando)

Según la neuróloga Rebecca Saxe, hay una parte de nuestro cerebro cuyo trabajo es pensar acerca de los pensamientos de otras personas. Está situada por encima y por detrás de la oreja derecha. Se llama Unión temporoparietal. 

La empatía es la capacidad de desconectar de los pensamientos y necesidades propias para conectar con los de otras personas. Lo que se busca al desarrollar la empatía es ser capaces de acompañar en su expresión a las otras personas; reconocerles su derecho a existir, sentir y pensar de la forma en que lo hacen; comprender que cada sentimiento y pensamiento humano es reflejo de una experiencia vital distinta, que requiere expresarse para madurar y que puede ser similar o no al propio. Esta tarea implica el debilitamiento de los prejuicios propios para escuchar sin censura. Invita a tender un puente entre mi orilla y la de la otra persona para aproximarse, para conectar.

Un campesino no encontraba su hacha. Sospechó entonces que su vecino se la había cogido y decidió espiarlo. Y vio que el hijo de su vecino tenía toda la pinta de ser un ladrón de hachas. Y su cara... ¡tenía cara de ladrón de hachas! Cualquier palabra que dijera, solo podía ser la que diría un ladrón de hachas. Cualquier cosa que hiciera daba a entender que había robado un hacha.
Pero ¡oh, casualidad! Mientras el campesino trabajaba junto a un montón de leña, su hacha aparició entre los troncos.
Cuando al día siguiente volvió a mirar al hijo del vecino, se dio cuenta de que el muchacho no tenía nada, ni en su aspecto, ni en su actitud, ni en su comportamiento, que hiciera creer que era un ladrón de hachas.
Parábola china atribuida a Lie Yukou
(siglo IV antes de nuestra era)


Visualiza el siguiente video:
Este experimento se basa en la hipótesis de que la gente tiende a juzgar precipitadamente a los demás, sin tomarse demasiado tiempo para conocerlos, y muchas veces haciéndose una impresión equivocada. Por este motivo, decidimos invitar a diferentes personas para demostrar que esto es verdad. Les mostramos durante unos segundos una imagen de otra persona y les pedimos que nos dieran su opinión. ¿Querés saber qué pasó? Dale al play.




Reflexiona:
Debemos desconfiar de nuestros prejuicios. No juzguemos precipitadamente. ¿Habéis sospechado alguna vez que alguien ha hecho alguna fechoría y después habéis descubierto que estábais equivocados?

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