No son sus madres, pero viven con ellos. No son sus hermanos, pero
comparten un hogar. No fueron niños como los demás, pero son dueños de
su destino. Su historia comienza en una aldea muy especial, un lugar
donde los niños aprenden a ser niños. En una Aldea Infantil SOS.
Icíar Bollaín nos descubre la vida en la Aldea Infantil SOS de San Lorenzo del Escorial (Madrid), donde normalidad, protección y superación son mucho más que palabras. Un relato sobre miedos y angustias, sueños e ilusiones, juegos y diversiones, cargado de la nostalgia y la crudeza de una realidad que no siempre fue feliz.
Acompañar a un niño en su crecimiento es un camino difícil, casi imposible cuando hay que ayudarle a rehacerse y encontrar su camino. Aldeas Infantiles SOS lo hace cada día. Para ser adulto, primero hay que ser niño.
Icíar Bollaín nos descubre la vida en la Aldea Infantil SOS de San Lorenzo del Escorial (Madrid), donde normalidad, protección y superación son mucho más que palabras. Un relato sobre miedos y angustias, sueños e ilusiones, juegos y diversiones, cargado de la nostalgia y la crudeza de una realidad que no siempre fue feliz.
Acompañar a un niño en su crecimiento es un camino difícil, casi imposible cuando hay que ayudarle a rehacerse y encontrar su camino. Aldeas Infantiles SOS lo hace cada día. Para ser adulto, primero hay que ser niño.
Para más
información: www.aldeasinfantiles.es
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